Te llevo dentro de mí (segunda parte)

Antecedentes
Lo que se encuentra en común entre las prácticas de canibalismo actuales y las de antaño es posiblemente que antes se acostumbraban rituales caníbales en los que se pensaba que la fertilidad y potencia sexual aumentaban, por lo que se formaban orgías caníbales. Ahora se practica el canibalismo como un fetiche extremo, en el que se pierde la noción de los límites.

En culturas antiguas, se acostumbraba el canibalismo como símbolo de superioridad sobre los enemigos, como en algún tiempo lo hizo Atila el huno. Esta práctica además del poder que ellos creían que se daba, fomentaba el miedo a sus oponentes.

Algunos eventos han hecho que la gente tenga que recurrir al canibalismo, como por ejemplo, se ha practicado en casos de accidentes de avión o barcos en que los sobrevivientes han optado, a falta de otras opciones, por mutilarse y así poder seguir con vida.
Otros eventos trágicos a través de la historia han hecho que la gente caiga en el canibalismo, como fue en 1941 con el sitio de Leningrado (hoy San Petersburgo), cuando se sitió esta ciudad por órdenes de Hitler y así estuvo aproximadamente 900 días. Al terminarse la comida, muchos optaron por comer animales caseros y algunos otros se decidieron por alimentarse de sus semejantes, llegando incluso a hacer “cacerías”.

En los animales se da también el canibalismo, y aunque es un comportamiento que tuvieron nuestros ancestros, creo que hoy en día es una conducta que sólo pertenece a la fauna de nuestro planeta, ya que su falta de razonamiento y conciencia, los impulsa a sobrevivir y nada más. Nosotros, con la vida en sociedad y cuantas formas tenemos de convivencia e interdependencia, no podemos caer en estos actos que hoy por hoy, son reprobados por todos, y demuestran un alto nivel de enajenación mental.