Aquí la cuarta parte de la historia del hurto bajo carpa, disfruten.
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Después de eso, la gente que iba saliendo abordó sus vehículos, ahora solo existía el pequeño infortunio de que la gente que estaba formada, lo estaba haciendo justo en el “estacionamiento” (área sin uso alrededor del circo). Por lo que como buenos toreros, teníamos que esquivar a la gente que sin consideración alguna, pasaba casi por encima de nosotros (después entendí que tal vez era solo una advertencia, o tal vez hasta un “desquite”).
Ahí empezó el show, viendo a gente que después de haber estado tan cerca de animales, tuvo la tendencia de comportarse de la misma manera, perdiendo todos los valores o principios como lo pueden ser el respeto o al menos la consideración por los demás, ya no tanto por no molestarlos, hablo de ser considerados al no atropellarlos. En ese momento me pareció que un cruce de ganado en plena carretera es mas respetado de lo que fuimos nosotros, pero que podíamos hacer.
Ya después de tanto “atropellamiento” a nuestra fila, los frenéticos conductores salieron, solo armando mas alboroto en la calle, pero eso ya no era de nuestra incumbencia, ahora solo nos preocupábamos por seguir formados y esperar a que nos dejaran pasar; no mucho tiempo después la gente comenzó a avanzar, ya estábamos dispuestos a contemplar un buen espectáculo, que teníamos la esperanza de poder disfrutar y así olvidarnos de esos pequeños detalles.
--Espero mañana poder publicar la quinta parte.
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