Home
FORO
Chat
Enlázanos
Acerca de
Contacto
Lillith nos envía la segunda parte de "la burocracia mordelona"; hay tanto que decir de este tema...
Un abrazo donde quiera que estés Lillith!
-----------------------------------------------------------
Sí, parece zaga de terror, esos zombies que mantenemos con el dinero de nuestras aportaciones, viven para hacernos la vida de cuadritos. Definitivamente, la burocracia es el infierno de México… o al menos uno de los círculos del infierno, como Dante no conocía.
No fumo, pero creo que algunos adictos pondrían el grito en el cielo después de visitar la Cámara de Diputados. ¿Recuerdan cómo se anunció, con bombo y platillo, que en los espacios públicos cerrados no se puede fumar (y mucho menos en dependencias gubernamentales)? Bueno, permítanme una sonora carcajada, porque en la Cámara de Diputados, edificio de gobierno, obvio, espacio cerrado, ¡se fuma! Sí, señores, sin el mínimo empacho, los empleados fuman, incluso dentro de la más recóndita oficina. Como bien dijo una chica que trabaja ahí: aquí se hacen las leyes y aquí mismo se rompen.
Otro ejemplo que bien cabe mencionar es el amadísimo Seguro Social. Quién no ha tenido encuentros con las amables criaturas que ahí pululan, las siempre lindas secretarias. He aquí algunas de sus frases célebres: clasifica tus urgencias (¿cómo? ¿por intoxicación en primera fase, moribundo, desahuciado, muerto? ¿Qué tienen en la cabeza? Vas a urgencias porque es URGENTE); tiene que hacer cita (¡¿en urgencias?!). Por desgracia, algunas enfermeras no se salvan de presentar los síntomas de la burocracia mordelona.
¿Cuál es el mejor remedio para que estás lacras dejen de morder a quienes les damos de comer? Tenemos que tomarnos el tiempo de defendernos a nosotros mismos, estos servicios no mejorarán por arte de magia. Desde poner una queja en atención a clientes hasta seguir el trabajo de nuestros representantes populares. Al fin y al cabo, trabajan para nosotros, podrán ser unos ‘trabajadores’ muy costosos, con licenciaturas, maestrías y doctorados (en el mejor de los casos), pero somos NOSOTROS quienes pagamos su sueldo. Así que queremos resultados, que nos atiendan bien.
Lo merecemos y hay que exigirlo.
Un abrazo donde quiera que estés Lillith!
-----------------------------------------------------------
Sí, parece zaga de terror, esos zombies que mantenemos con el dinero de nuestras aportaciones, viven para hacernos la vida de cuadritos. Definitivamente, la burocracia es el infierno de México… o al menos uno de los círculos del infierno, como Dante no conocía.
No fumo, pero creo que algunos adictos pondrían el grito en el cielo después de visitar la Cámara de Diputados. ¿Recuerdan cómo se anunció, con bombo y platillo, que en los espacios públicos cerrados no se puede fumar (y mucho menos en dependencias gubernamentales)? Bueno, permítanme una sonora carcajada, porque en la Cámara de Diputados, edificio de gobierno, obvio, espacio cerrado, ¡se fuma! Sí, señores, sin el mínimo empacho, los empleados fuman, incluso dentro de la más recóndita oficina. Como bien dijo una chica que trabaja ahí: aquí se hacen las leyes y aquí mismo se rompen.
Otro ejemplo que bien cabe mencionar es el amadísimo Seguro Social. Quién no ha tenido encuentros con las amables criaturas que ahí pululan, las siempre lindas secretarias. He aquí algunas de sus frases célebres: clasifica tus urgencias (¿cómo? ¿por intoxicación en primera fase, moribundo, desahuciado, muerto? ¿Qué tienen en la cabeza? Vas a urgencias porque es URGENTE); tiene que hacer cita (¡¿en urgencias?!). Por desgracia, algunas enfermeras no se salvan de presentar los síntomas de la burocracia mordelona.
¿Cuál es el mejor remedio para que estás lacras dejen de morder a quienes les damos de comer? Tenemos que tomarnos el tiempo de defendernos a nosotros mismos, estos servicios no mejorarán por arte de magia. Desde poner una queja en atención a clientes hasta seguir el trabajo de nuestros representantes populares. Al fin y al cabo, trabajan para nosotros, podrán ser unos ‘trabajadores’ muy costosos, con licenciaturas, maestrías y doctorados (en el mejor de los casos), pero somos NOSOTROS quienes pagamos su sueldo. Así que queremos resultados, que nos atiendan bien.
Lo merecemos y hay que exigirlo.
