La llorona

Todos conocemos esta clásica leyenda, ya que se repite en muchas ciudades y ha pasado de generación en generación, espantando a los más pequeños y retando a los mayores a observar las calles por las que supuestamente pasa esta alma en pena.

Los que han sido testigos de este macabro encuentro dicen que es una mujer vestida de blanco o de negro, con largos cabellos cubriéndole la cara y que va lamentándose por la calle, siempre con un llanto que llega hasta los huesos, rezando por sus hijos.

Incluso aquellos que presumen de valentía han sido víctimas de ataques de nervios por haber presenciado a este espectro en medio de la oscuridad y el silencio de la noche.

Es una historia que ha existido desde el tiempo de la Colonia y muchos autores reconocidos han escrito acerca de ella, cambiando cada vez un poco la historia, pero conservando el tan triste lamento. Ha sido siempre producto de nuestra curiosidad y de nuestra naturaleza como mexicanos creer en este tipo de cosas, ya que contrario a lo que se pudiera llegar a pensar, en Europa, a pesar de tener edificaciones más antiguas y con mayor historia, ellos no creen en la aparición de espectros.

La historia, según se cuenta en Guanajuato dice:

"se trataba de una hija de noble familia, rica y opulenta, con todos los atributos que hacen bella y codiciable a una mujer. Sus padres la procuraban con singular esmero, pero los hombres la cortejaban con incansable galantería.

En medio de esta lucha callada vivía esta linda criatura, hasta que un día, ¡oh sorpresa!, del balcón de su alcoba colgada encontraron una soga hacia la calle.

El lecho estaba intacto, pero la alcoba vacía…

Mil conjeturas se hicieron en torno al suceso.

Pasó el tiempo y en una de las casas que dan a la hoy calle Hidalgo, a las doce de la noche, vistiendo un camisón blanco que llega hasta el suelo, sale una mujer que en brazos lleva un bulto pequeño envuelto en harapos, y caminando llega a la plaza del Hinojo, allí, en el quicio de una puerta, lo deposita. Entonces, como espantada de su propia acción, exhala un alarido desgarrador, hondo y largo, que perfora los oídos y posesiona a quien lo escucha…"

(tomado del libro "leyendas de Guanajuato")

Otra versión de la historia es que la mujer se había casado y tenido hijos, y era una excelente madre y esposa, hasta que descubre que su marido le es infiel.

Entonces, en un arranque de ira y una depresión tan grande por ver a su familia destruida, mata a sus hijos, con el afán de que no vivan en esa penuria, procurándoles lo mejor. Después de cometer tan horrendo crimen, se da cuenta de lo que ha hecho, enloquece por completo por haber tenido esa aberrante conducta y se quita la vida. Después se convierte en el espíritu que lamenta en las noches el haberlo perdido todo.

Personalmente he escuchado hablar de la leyenda en Zacatecas, Durango y Guanajuato, e incluso en esta nuestra ciudad de Saltillo, en la que aunque desgastado por el tiempo y falta de atención, todavía se conserva el centro de la ciudad, de arquitectura colonial y vastas leyendas.

El recordar hoy esta historia, tiene por objeto ponerla en contraste con un hecho que ha pasado hace algunos días, aquel lamentable suceso en el que una madre mató a sus 3 hijos, y después intentó quitarse la vida.

El hacer este contraste no busca hacer una burla ni mucho menos hacer que se tome a la ligera este acontecimiento, si no por el contrario, busca hacer que la gente se dé cuenta de las cosas. Y aunque personalmente no tengo ningún parentesco con las personas que han tenido que ver en este asunto, quiero que aquellos que han levantado la voz para opinar donde no se les ha llamado mejor permanezcan en silencio.

Mucha gente está más acostumbrada a ver Telenovelas que noticieros, y por eso al ver un drama real como el que ahora se presenta, lo que se les hace más fácil es opinar cual conductoras de programa de chismes.

Para muchos otros ha sido lo mejor condenar a la ya fallecida madre, esperando que arda en el infierno, mientras otros pocos, los más ignorantes a mi gusto, aprovechan el poder que tiene un canal de televisión local para convertir en el culpable a quien ellos quieren, sin antes informarse bien o siquiera tener fundamento para lo que dicen.

Hemos tenido también varias opiniones que hay que tomar en cuenta, como la de los expertos en la que nos dicen que había una fuerte depresión de por medio, y la de los familiares que alegaban "justicia" ya que Mónica no era capaz de hacer algo así.

Lo cierto es, que una persona que sufre una depresión tan fuerte no siempre la refleja, no siempre da a conocer a los demás por lo que está pasando, e incluso tiene un comportamiento normal, sociable, y hasta cierto punto feliz. Pero sólo es necesario un catalizador para hacer que esa depresión salga a relucir, cada quien podrá tener el suyo según su vida y sus problemas, en este caso fue una deuda económica que de momento no se podía superar.

No estoy pidiendo al lector que justifique los actos, tampoco que los acepte y mucho menos trato de decir que sea la mejor acción en caso de presentarse problemas, pero en este lo único que podemos hacer es tratar de entenderla, ya que no mató a sus hijos por el afán de verlos sufrir o por maldad, sino que lo hizo de una manera silenciosa y sin dolor.

Hay que tratar de ponerse en su mente, pues para ella, el terminar con la vida de sus hijos se convirtió, en ese momento de depresión y ansiedad, en la única salida; así que procurándoles lo mejor, terminó con sus vidas.

El hecho de que hayan encontrado algunas cosas que no ha hecho bien o de la mejor manera el Dr. Cid, no quiere decir que él sea el culpable, pues todos cometemos errores, y hay personas que han actuado mal, pero no por eso se les puede atribuir la culpabilidad de cualquier caso relacionado con ellos.

Busquemos siempre ser imparciales ante los sucesos que se nos presentan, tratemos siempre de conservar la cordura y no culpemos al primero que veamos con tal de conseguir quien arda en la hoguera.

Sin duda este acontecimiento es lamentable, esperemos que todo se resuelva. Mi sentido pésame a los familiares y amigos de las víctimas.