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La guerra de Calderón
1/09/2010Creo que no soy el único mexicano inconforme con la política incompetente, parásita, mediocre, estúpida, incapaz, burda, maldita, jodida, malnacida y profana de Felipe Calderón Hinojosa, y no, no voy a hablar de presidentes legitimos ni nada así, sólo quiero decir que nuestro actual presidente tuvo la gran idea de declarar una guerra en la que el único acuartelado es él, mientras que todos los demás tenemos que morir en el campo de batalla.
Sus grandes esfuerzos por librar a México de la violencia y del crimen sólo han logrado obtener más violencia y crimen, pues se ha limitado a rehusar negociaciones y a enardecer al narcotráfico con declaraciones retadoras y estúpidas de las que los únicos que sufren las consecuencias son los mexicanos, esos que tenemos que ir a trabajar todos los días para poder malcomer, si nos dejan los impuestos.
Por que los enemigos de Calderón no son sólo los narcos o los terroristas, Calderón tiene ahora un enemigo que se llama México y cada vez está reclutando más gente, cada vez somos más los que estamos inconformes pues apenas podemos sobrevivir con lo que nos deja este político de tercera.
Su técnica de "no doy trabajo pero cobro como si todos ganaran lo mismo que yo" no está funcionando para nada, la gente tiene hambre y aquellos afortunados que tienen un trabajo y reciben un sueldo no perciben lo suficiente como para sustentarse.
Antes se veía mal que la gente robara gasolina a PEMEX, que vendiera sustancias ilegales o que evadiera impuestos, ahora eso se llama sobrevivir, y entre más se pueda insultar al Gobierno mientras se hace, mejor.
Antes un buen salario permitía lujos, ahora sólo permite comer bien, sustentar una escuela privada es cada vez más difícil y el nivel educativo de las escuelas públicas es deplorable, por que los maestros tienen al frente a una señora que piensa menos que... que lo que menos piense en el mundo, la idea se me hace tan repulsiva que no encuentro un ejemplo tan bajo.
Mientras todo esto pasa en este caótico Estado, nuestro presidente dice que todo está bien, y se fundamenta viendo por su ventana de la Residencia de Los Pinos el jardín que sigue verde y el cielo que sigue arriba, pero no tiene ni idea de la realidad.
Por eso, es hora de hacerle ver al Dirigente de nuestro País que estamos inconformes, que nos faltan cosas, que lo único que hace es seguir fastidiando gente y que no estamos de acuerdo con sus decisiones.
Es hora de que Calderón viva con el Salario mínimo, que se lance a luchar su guerra con sus propias manos y que pague todos los impuestos que pregona, y después de que se arrastre por el suelo y se quede sin nada, nos diga que aún es feliz y que así se puede vivir dignamente.
En los medios, las mejores bromas este pasado día de los inocentes decían que Calderón había renunciado a la presidencia, y a decir verdad es algo que todos esperamos, si se vería cobarde o no es lo de menos, pues suficiente cobardía ha demostrado al no querer negociar la paz de México y al subir los impuestos como ha querido, todo esto mientras pone una cara de no saber qué es lo que pasa.
México necesita un dirigente decidido, que vea por su país y no por sus intereses, que rinda cuentas claras, que cumpla promesas y que realmente esté preparado.
En simples palabras, que sea un hombre, no un payaso.
Y escribo esto en pleno uso de mi libertad de expresión, la que espero que todavía no haya sido quebrantada por este gobierno que es tan malo como recibir calcetines en navidad, y ojalá todos hagan uso de esta facultad exigiendo lo que nos corresponde como nación.

Sus grandes esfuerzos por librar a México de la violencia y del crimen sólo han logrado obtener más violencia y crimen, pues se ha limitado a rehusar negociaciones y a enardecer al narcotráfico con declaraciones retadoras y estúpidas de las que los únicos que sufren las consecuencias son los mexicanos, esos que tenemos que ir a trabajar todos los días para poder malcomer, si nos dejan los impuestos.
Por que los enemigos de Calderón no son sólo los narcos o los terroristas, Calderón tiene ahora un enemigo que se llama México y cada vez está reclutando más gente, cada vez somos más los que estamos inconformes pues apenas podemos sobrevivir con lo que nos deja este político de tercera.
Su técnica de "no doy trabajo pero cobro como si todos ganaran lo mismo que yo" no está funcionando para nada, la gente tiene hambre y aquellos afortunados que tienen un trabajo y reciben un sueldo no perciben lo suficiente como para sustentarse.
Antes se veía mal que la gente robara gasolina a PEMEX, que vendiera sustancias ilegales o que evadiera impuestos, ahora eso se llama sobrevivir, y entre más se pueda insultar al Gobierno mientras se hace, mejor.
Antes un buen salario permitía lujos, ahora sólo permite comer bien, sustentar una escuela privada es cada vez más difícil y el nivel educativo de las escuelas públicas es deplorable, por que los maestros tienen al frente a una señora que piensa menos que... que lo que menos piense en el mundo, la idea se me hace tan repulsiva que no encuentro un ejemplo tan bajo.
Mientras todo esto pasa en este caótico Estado, nuestro presidente dice que todo está bien, y se fundamenta viendo por su ventana de la Residencia de Los Pinos el jardín que sigue verde y el cielo que sigue arriba, pero no tiene ni idea de la realidad.
Por eso, es hora de hacerle ver al Dirigente de nuestro País que estamos inconformes, que nos faltan cosas, que lo único que hace es seguir fastidiando gente y que no estamos de acuerdo con sus decisiones.
Es hora de que Calderón viva con el Salario mínimo, que se lance a luchar su guerra con sus propias manos y que pague todos los impuestos que pregona, y después de que se arrastre por el suelo y se quede sin nada, nos diga que aún es feliz y que así se puede vivir dignamente.
En los medios, las mejores bromas este pasado día de los inocentes decían que Calderón había renunciado a la presidencia, y a decir verdad es algo que todos esperamos, si se vería cobarde o no es lo de menos, pues suficiente cobardía ha demostrado al no querer negociar la paz de México y al subir los impuestos como ha querido, todo esto mientras pone una cara de no saber qué es lo que pasa.
México necesita un dirigente decidido, que vea por su país y no por sus intereses, que rinda cuentas claras, que cumpla promesas y que realmente esté preparado.
En simples palabras, que sea un hombre, no un payaso.
Y escribo esto en pleno uso de mi libertad de expresión, la que espero que todavía no haya sido quebrantada por este gobierno que es tan malo como recibir calcetines en navidad, y ojalá todos hagan uso de esta facultad exigiendo lo que nos corresponde como nación.